Las leyes de afinidad expresan la relación matemática que existe entre el caudal, la velocidad de la bomba (rpm), la altura y el consumo de energía para el caso de bombas centrífugas.
Q= Capacidad/Flujo Volumétrico (GPM)
D= Diámetro del Impulsor (pulg.)
N= Velocidad del Eje de la Bomba (RPM)
H= Carga total/Presión Estática de la Bomba (pies)
P= Potencia absorbida por el motor de la bomba (BHP)
Cuando el diámetro del impulsor (D) permanece constante: (Ley #1)
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El flujo es proporcional a la velocidad del eje:
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La presión estática es proporcional al cuadrado de la velocidad del eje:
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La potencia eléctrica absorbida por el motor de la bomba es proporcional al cubo de la velocidad del eje:
Cuando el diámetro del impulsor cambia (D) y la velocidad permanece constante: (Ley #2)
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El flujo es proporcional al diámetro del impulsor:
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La presión estática es proporcional al cuadrado del diámetro del impulsor:
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La potencia eléctrica absorbida por el motor de la bomba es proporcional al cubo del diámetro del impulsor:
Esta ley presupone que la eficiencia de la bomba o ventilador permanece constante, es decir, n1=n2 Tratándose de bombas, las leyes funcionan bien en los casos en que el diámetro del impulsor sea constante y la velocidad sea variable (Ley #1), pero se ajustan menos a la realidad cuando se trata de los casos en que la velocidad sea constante y el diámetro del impulsor sea variable (Ley #2).